Antes de los 17... desde marzo de 2013, hasta febrero/marzo de 2014
Todos pensáis que soy rara, pero realmente yo veo normal estar
preocupada constantemente de todo, del reflejo del espejo, de los pasillos del
instituto, de cómo me miran todos para encontrar el fallo.
Yo no me río mucho últimamente. Intento justificarme en el hecho de que no es una de las etapas más felices de mi vida. Puedo decir que es la peor que he tenido en estos 16 años que van.
Me escondo en la música y en el arte. No dibujo a nadie sonriendo, por algo será. Creo que hay canciones que se han escrito para mí. La necesito para desfogarme, igual que necesito huir de un ambiente ardiente que he creado yo, necesito huir y sacar toda la culpabilidad, dejarla ahogada en un llanto de lamento conmigo misma. Necesito que esas lágrimas caigan en el suelo que piso con fuerza. Digo fuerza porque doy pasos firmes, ando como si huyese de verdad a algún lado…o como si se acabase el mundo. Tal vez es mi mundo, que se me desmorona.
Yo no me río mucho últimamente. Intento justificarme en el hecho de que no es una de las etapas más felices de mi vida. Puedo decir que es la peor que he tenido en estos 16 años que van.
Me escondo en la música y en el arte. No dibujo a nadie sonriendo, por algo será. Creo que hay canciones que se han escrito para mí. La necesito para desfogarme, igual que necesito huir de un ambiente ardiente que he creado yo, necesito huir y sacar toda la culpabilidad, dejarla ahogada en un llanto de lamento conmigo misma. Necesito que esas lágrimas caigan en el suelo que piso con fuerza. Digo fuerza porque doy pasos firmes, ando como si huyese de verdad a algún lado…o como si se acabase el mundo. Tal vez es mi mundo, que se me desmorona.
Entonces no puedo dejar de pensar que es culpa mía. Sé que es mi
culpa. Por eso me da rabia. Porque intento cambiar y no lo consigo.La triste realidad es que..no, no es mi culpa y por más que lo intente, no puedo, y no puedo porque esto es lo que ha provocado esta enfermedad, que no me reconozca. La droga para "curarme", me hace este daño psicológico, hace que no sepa quien soy.
Entonces yo llego sin decir una palabra y me encierro en el baño o en mi habitación (mi pequeño refugio). Alguien me enseñó que las debilidades no se deben mostrar, que nadie debe verte llorar… que “estoy muy fea así”... Una lágrima es un punto flaco en el que los demás se pueden apoyar para hacerte daño. Y me miro al espejo después de correr el pestillo y creo que tiene razón. Se me ve tan frágil que de un soplido alguien me podría romper. Pero me rompo yo misma al mirarme al espejo, veo a otra persona, no a mi. Pienso que toda la culpa la tengo yo, como si yo hubiese querido crear esta situación, cuando lo único que quiero es que se acabe.
Nadie entiende mis leyes de derrumbamiento. Ni yo tampoco.
Porque a veces se quiebra un pilar y otras veces cruje una viga.
El caso es que siempre acaba todo esto en escombros y nadie quiere levantar después ni un ladrillo. (Ahora hablo de tú y yo). Yo he puesto guerra, es cierto, pero también he intentado poner paz, y ha salido otra vez guerra. Una guerra que nunca acaba. Una guerra llena de reproches.
<<Lo siento.>> es la única forma de empezar y de terminar una carta de suicidio.
Lo siento por no saber existir de mi mejor forma. Lo siento por no saber ver nunca lo bueno.
Lo siento por dejar de lado, lo que siempre me viene de frente.Entonces yo llego sin decir una palabra y me encierro en el baño o en mi habitación (mi pequeño refugio). Alguien me enseñó que las debilidades no se deben mostrar, que nadie debe verte llorar… que “estoy muy fea así”... Una lágrima es un punto flaco en el que los demás se pueden apoyar para hacerte daño. Y me miro al espejo después de correr el pestillo y creo que tiene razón. Se me ve tan frágil que de un soplido alguien me podría romper. Pero me rompo yo misma al mirarme al espejo, veo a otra persona, no a mi. Pienso que toda la culpa la tengo yo, como si yo hubiese querido crear esta situación, cuando lo único que quiero es que se acabe.
Nadie entiende mis leyes de derrumbamiento. Ni yo tampoco.
Porque a veces se quiebra un pilar y otras veces cruje una viga.
El caso es que siempre acaba todo esto en escombros y nadie quiere levantar después ni un ladrillo. (Ahora hablo de tú y yo). Yo he puesto guerra, es cierto, pero también he intentado poner paz, y ha salido otra vez guerra. Una guerra que nunca acaba. Una guerra llena de reproches.
<<Lo siento.>> es la única forma de empezar y de terminar una carta de suicidio.
Lo siento por no saber existir de mi mejor forma. Lo siento por no saber ver nunca lo bueno.
Lo siento por no poder ser fuerte, por sentir que os decepciono, pero realmente me decepciono a mi misma. Cada día más.
Me pongo en el otro lado de la situación, en el lugar de todas esas personas que no sabían qué mierda hacer porque tampoco sabían como mierda me sentía. Tener empatía o por lo menos intentarlo y aun así ver que no consigues entender a esa persona, que piensas que todo lo que hace no está bien o no le puede sentar bien, y además, piensas que o cambia o acabará mal y nunca querrías que eso pasara. Llegas hasta pensar que se está volviendo loca, que está perdiendo la cabeza, o que realmente está bien pero se lo inventa. ¿NO? Aunque lo neguéis, sé que sí, que es eso lo que pensáis. Así que responderos a vosotros mismos.
Y yo respondo...
Nunca sabes que te puede pasar mañana, si puede ser un día más, la preparación
a lo mejor que te ha pasado en la vida o que incluso de repente, todo lo que
llevas planeando durante días,años o meses irrelevantes, se desmorone aparentemente para
siempre.Tu vida se convierte en un auténtico caos, y para nada bendito caos, con
algunos momentos en los que piensas que estás bien pero, de repente, todo lo
que acumulas para aparentar estar bien estalla, y vuelta a empezar. Así durante
meses, y piensas en cuando se acabará esa situación, que no puedes más pero aun
así siempre encuentras algo de motivación, algo a lo que agarrarte aunque estés
con las ideas totalmente alocadas sobre tu cabeza y quieran ir por otro lado
por el que tú no quieres.
Odias a todo el mundo, quieres morirte, te odias a ti misma, te compadeces de la gente. Te cansas de que te controlen, te cansas de que te traten como una niña pequeña, te cansas de pensar que todos van contra ti, te cansas de todo.
Te vuelves a odiar. Cada vez más. Te quieres morir. Quieres que se den cuenta de cómo cambian las cosas para mal.
Quieres que entiendan la impotencia el dolor que se siente al despertarte un día en el hospital, cuando el día anterior estabas a punto de cumplir un sueño.
Vuelves a odiar la situación, te vuelves a querer morir. Vuelves a odiar la gente. Vuelves a ser una incomprendida. Vuelves a odiarte.
Pero no, ellos sólo se centran en decirte "tienes que aceptarte", o a darte respuestas bordes. Lo que más duele es que a los que más necesitas, son a tu familia y a tus amigos. Y son los que menos te comprenden, los que más palos te dan. Te das cuenta de que no están. Entonces... ¿QUÉ? ¿Quién te queda? Solo tú.
...Marzo de 2014
Sigues recordando
todo este sufrimiento, todo el daño que te has hecho tu misma, todo el daño que
te ha hecho la gente, y te siguen doliendo las cosas de antes, pero te has
acostumbrado.
Por fin todo el sufrimiento sirve para tener cosas buenas, ha
pasado mucho tiempo y muchísimas cosas en un año, ¿más malas que buenas?, SI.
¿Y qué? Ahora puedo decir que realmente estoy bien. Me siento mas viva que
nunca, siento que he resucitado. Dicen que tienes que tocar fondo para subir
con fuerza… yo pensé que ya lo había hecho, pero no, todavía no me había
hundido del todo. Ahora creo que estoy segura de que esta etapa se ha acabado.
He abierto los ojos, sé lo que he hecho bien y lo que hice mal… antes quizá
también lo sabía, pero ahora me atrevo a reconocerlo. Estoy lo suficientemente
convencida y lo suficientemente fuerte como para aceptarme, aprender a vivir
con mi situación y no culpar a nadie. Ya he aprendido a quererme, he alejado de
mi todos o casi todos los pensamientos malos que me venían, ahora solo queda
quitarme el camino de piedras que creé. Si no me las quito, no podré continuar
mi camino.
No, esto no es una carta de suicidio. Es una carta de perdón. Tú
eras la piedra más grande que puse en mi camino.
Ahora…
<<Lo siento.>> también es la única forma
de empezar y de terminar una carta de perdón.
Supongo que los dos tenemos cosas que decir, que perdonarnos el
uno del otro… pero por la parte que me toca, decirte que:
Lo siento. Lo siento por todo. Pero en primer lugar, lo siento
por cargarte a ti con toda la culpa de mi malestar, o por hacerte creer que tú
eras el culpable. No lo eras, pero sí que influía...
Lo siento por no seguir siendo la misma persona que era antes,
ni ser la misma contigo.
Lo siento por alejarme de ti. Te juro que no hay cosa que he
intentado con más ganas que el hacer por acercarme a ti. Y sé que tú también lo
has intentado. Pero aun así se nos notaba que no éramos los mismos. Quedaban
cosas en nuestro interior que nos hacía no volver a reaccionar igual.
Lo siento por equivocarme tantas veces con tu opinión, por
tomármelo todo tan mal, por confundirlo todo, y por no saber ver que lo que
querías era protegerme.
Lo siento por muchísimas cosas más. Pero si sigo escribiendo, no
podría acabar nunca.
Quiero acabar esta guerra, ponerle paz de una vez por todas, no quiero más reproches, ni más encaramientos, ni más rencor, no quiero nada de eso. Quiero ser la misma que era contigo.
La pregunta es... ¿A quién estás pidiendo perdón?
Tal vez, a mi misma. Tal vez, a toda la gente de mi alrededor. Tal vez no lo sé.
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